Noticias

may 20, 2022

El pasado 14 de Mayo estuvimos cociendo piezas, que previamente habíamos esmaltado, a una temperatura de más de 1050ºC. Este taller resultó muy inspirador y en las piezas esmaltadas, en las que ya no sólo se buscaba una utilidad, creímos ver atributos de luz, brillo y color que, en ocasiones, el ser humano ha encontrado en su interior.


mar 18, 2022

El pasado 12 de marzo hicimos un Taller de Arcilla en el que realizamos piezas que coceremos en un próximo taller para después esmaltar.


nov 18, 2014

El pasado 25 de octubre, tuvo lugar una Jornada de Inspiración y Espiritualidad en el Parque de Estudio y Reflexión de Toledo.

Jornada Inspiracion


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El Partido Humanista propugna el sostenimiento (o el logro, si es el caso) del régimen democrático como forma de transición de la democracia formal a la democracia real, en la que se garantice la real separación de poderes, el respeto a las minorías y la democracia directa.

Por otra parte, rechaza la violación de los derechos humanos, el empleo de la violencia como método de solución de conflictos y la concentración del poder.

Con respecto a la metodología de acción, el Humanismo se rige por la acción no-violenta.

Al mismo tiempo denuncia toda forma de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.

Aspiramos a una nación humana universal, en la que convergerá creativamente la enorme diversidad humana de etnias, lenguas y costumbres, de localidades, regiones y autonomías, de ideas y aspiraciones, de creencias, ateísmo y religiosidad.

Coherentemente con esta aspiración, el Partido se dota de una organización federativa mundial, que le permite articular posicionamientos y campañas de amplitud internacional, manteniendo la autonomía y creatividad en los distintos niveles de acción hasta llegar a la base social, donde arraiga.

Dentro de nuestras propuestas de ámbito mundial resaltamos por su urgencia la tarea de alertar, generar conciencia en toda la humanidad y reclamar el Desarme nuclear total, el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados, la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional, la firma de tratados de no agresión entre países y la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos.

El Partido Humanista denuncia la catástrofe ecológica y a sus promotores, a saber: el gran capital y la cadena de industrias y empresas destructivas, parientes próximas del complejo militar-industrial.

Señalamos a la violencia económica, especialmente la debida a la concentración del capital financiero especulador, como causa del sufrimiento de los pueblos. En ese sentido propiciamos reformas impositivas que incentiven la distribución progresiva de la riqueza y nuevos modelos cooperativos de autogestión y cogestión que den coherencia a la relación capital – trabajo, aumentando la productividad y evitando la deriva de recursos al circuito especulativo. Por otro lado, la puesta en marcha de una banca pública exenta de interés, ayudará a la consecución de estos objetivos evitando la ilegítima concentración de recursos y poder en manos de la banca actual.

Distintas formas de discriminación se imbrican con la explotación económica y adquieren carácter de violencia. El Partido destaca la violencia que se ejerce puntualmente contra las mujeres y los jóvenes, históricamente discriminados, junto a la que se ejerce sobre otros grupos humanos excluidos por razones económicas, raciales, culturales o religiosas.

Propugnamos la descentralización del poder político hasta la base social, extremando garantías de respeto a las minorías y efectivizando el principio de igualdad de derechos y oportunidades para todos.

El acceso universal a la Educación a todos los niveles y a la Salud, gratuitas y de calidad, son prioridades del Partido.

El Partido sostiene el principio de opción como expresión política concreta de la libertad y, por tanto, lucha contra toda forma de autoritarismo y monopolio económico, organizativo e ideológico.

Consideramos que toda política coherente debe asumir dos condiciones básicas:

  1. Renovación permanente de las instituciones jurídicas y políticas, basada en la idea de superación de lo viejo por lo nuevo, y
  2. Transparencia de los procedimientos políticos usados.